George Lucas hace obligatorio repensar qué es el cine independiente. El éxito comercial y los ingresos derivados de su hexalogía de La Guerra de las Galaxias le han convertido en uno de los pocos cineastas de Hollywood que puede hacer, literalmente, lo que le dé la gana. Como por ejemplo, nuevas entregas de la saga galáctica.
El 15 de agosto Obi-Wan Kenobi, Anakin Skywalker y Yoda volverán a los cines para empezar a explicarnos qué ocurrió entre El Ataque de los Clones y La Venganza de los Sith. Esta vez en forma de dibujos animados digitalmente. Star Wars: Clone Wars será una especie de episodio piloto para la serie que posteriormente emitirá Cartoon Network (en Estados Unidos).
Esta galaxia muy, muy lejana,lucas dijo: "es una caja de arena en la que me encanta jugar". Con varios estudios y empresas vinculadas a la creación cinematográfica en propiedad, el director considera que no tiene nada que probar a nadie y que su única obligación como cineasta es la de divertirse.
“Amo hacer películas, pero no me gusta tanto venderlas”, afirma. Pero a renglón seguido añade que si se pone en la tesitura comercial, lo hace a tumba abierta.
Gracias a esa capacidad ha podido sacar adelante su último proyecto. Una vez más contracorriente. El proyecto empezó a fraguarse hace tres años, con la creación de los estudios Lucasfilm animation, una operación comparable a la creación de la futura Pixar hace dos décadas. Una inversión millonaria.
A continuación, llenó los edificios de animadores y creativos. De fieles. Dave Filoni, el director de la nueva entrega, habla de Lucas en términos divinos: "Chewbacca existe porque él le dio nombre, lo imaginó y le puso en una cabina". Con Filoni colaboró para explorar ideas desechadas desde 1977, cuando se estrenó el Episodio IV, para desarrollar una serie de animación con estética manga.
Lucas, el visionario, decidió producir una temporada de 22 episodios por su cuenta, antes de tener asegurado un canal que la emitiera. Fuentes de Lucasfilms apuntan a un presupuesto de ente 750.000 y 1,5 millones de dólares. El plan es trabajar con plena libertad, sin productores delegados haciendo sugerencias o imponiendo cambios. Con la producción casi finalizada, el mercader salió a vender.
Fox Broadcasting, la filial televisiva de la distribuidora de las películas estrenadas hasta hoy, declinó la oferta. Cartoon Network ya había emitido una serie de cortos sobre Las Guerras Clon entre 2003 y 2005, una especie de aperitivo en 2D para La venganza de los sith, un boceto para el nuevo proyecto. Sin embargo, la acogida de éste fue más bien tibia. Hubo que ofrecer una colaboración a tres bandas con Warner Brothers (ambas pertenecen a Time Warner) que incluía un estreno en salas cinematográficas.
El universo de Star Wars no dejará de expandirse el 15 de agosto. Después de la primera temporada de Clone Wars, Lucas ya prepara la segunda y la tercera. Y una serie con actores reales que unirá La Venganza de los Sith con La Guerra de las Galaxias. El nuevo acuerdo con Time Warner podría llevarla a alguna de sus filiales (TBS, TNT o HBO).
¿Son necesarias estas nuevas aproximaciones? ¿Son pertinentes? Los fans temen que tanta expansión lleve al universo Star Wars a una muerte fría. El Lucas mismo prevé que el film de animación recaudará una tercera parte de lo ingresado por el Episodio III. Sin embargo, el director afirma con rotundidad que sólo lo hace por diversión, que si dejara de pasárselo bien, dirigiría su mirada a otros proyectos, quizá una película más intimista.
Pero a renglón seguido, justifica su permanencia en el mundo de los taquillazos al recordar la casi nula repercusión de los últimos trabajos de Coppola, su compañero de generación. Algo difícil de asumir para un cineasta independiente.
Como dato interesante decir que el bikini dorado de leia cumple 25 años...
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